Hace muchos, muchos años que el Mundo Panteone sufrió una de las mayores catástrofes jamás recordadas en toda la historia. Una enorme y misteriosa bola de fuego recorrió millones de km por el espacio para acabar impactando contra el mundo. Cuenta la leyenda que el incidente fue propiciado por la colisión de dos asteroides en la llamada la “Batalla del Silencio”, pero eso es otra historia aparte.

Tras la colisión, el mundo perdió su alegría, los colores se taparon por el negro, la vegetación sufrió grandes pérdidas y lo más importante, la sociedad quedó muy debilitada y sin motivación de seguir existiendo. Un gran golpe para la sociedad que significó un antes y un después en lo que hoy conocemos como el Mundo Panteone. A raíz de este hecho histórico, surgió una propuesta que solucionaría el problema que acarreaban en ese momento, llenar el mundo por todos sus rincones con obras de arte.

Y con obras de arte no nos referimos únicamente a pinturas, esculturas, jarrones, etc., sino a todos aquellos objetos materiales a los que se les atribuye un concepto vivo, un sentimiento, una historia. De eso trata el arte de este mundo, de aportar creatividad a cualquier objeto, un sentimiento vivo capaz de influir en la forma de ver la realidad. Una filosofía que lideró el resurgimiento hacia una visión optimista y artística.

El fuego que provocó el impacto del asteroide se quedó grabado en la mente de todos los habitantes del mundo. En homenaje a esa catástrofe tan renovadora, el color principal que portaban las obras era el Red 032. Desde ese momento, la gente no solo volvió a la normalidad, sino que su actitud fue mucho más apasionada, tanto que un grupo decidió dejar plasmada esta historia en un libro llamado Red 032.

Con el tiempo, los ejemplares de ese libro se fueron extinguiendo, pero dicen que todavía se puede encontrar algún afortunado que tenga uno.